Os presentamos una de las ovejas más entrañables: la oveja Xisqueta. Esta raza ovina forma parte de nuestro ganado. Es originaria del Pirineo Central de Lleida y Huesca y están catalogadas como Raza Autóctona en Peligro de Extinción.
Origen de la Oveja Xisqueta
La oveja Xisqueta deriva del tronco ancestral del Ovis aries ibericus; es decir, del Tronco Ibérico, lo que significa que provienen directamente del primitivo ovino llegado de Asia Central.
Se ubica mayoritariamente en las comarcas leridanas del Pallars Jussà, Pallars Sobirà y Alta Ribagorça y en la Ribargoza oscense. Debido al manejo trashumante tradicional de las Xisquetas, también las podemos encontrar en núcleos dispersos de las comarcas oscenses, tales como los Monegros, Sobrarbe y Hoya de Huesca y en las comarcas de la Plana de Lleida.
Características de las Xisquetas
Las Xisquetas son ovejas pequeñas pero resistentes, activas, con gran capacidad de pastoreo para aprovechar los pastos fibrosos y con aptitudes maternales óptimas para criar “ternasco” de excelente calidad. El morro pequeño le permite aprovechar la base de pastos situados en lugares más complicados como entre las piedras. Son animales de formato eumétrico, plástica longilínea-mediolínea y perfil fronto-nasal subconvexo, algo más acentuado en los machos. De color blanco y pigmentación centrífuga típica del Tronco Ibérico, con degradaciones en negro o marrón oscuro alrededor de los ojos, orejas, morro y parte distal de las extremidades. La lana es blanca y del tipo entrefino.
Los ganaderos antiguamente conocían la raza como Ojinegra, Ullada o Birola, haciendo referencia a su pigmentación, y también Benasquesa o Benasquina (originaria del valle de Benasque).